Matute Enciende la Nostalgia Ochentera en la Arena CDMX

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La Arena CDMX se convirtió anoche en una auténtica máquina del tiempo, cortesía de la banda Matute y su electrizante “Disco Stereo Tour“. Ante un público entregado que llenó el recinto hasta las lámparas, Jorge D’Alessio , Tana Planter, Irving Regalado, Ignacio Izeta, Pepe Sanchez y Paco Morales  ofrecieron una velada inolvidable, cargada de energía, recuerdos y los himnos pop-rock que marcaron a toda una generación.

Desde el momento en que las luces se apagaron y los primeros acordes de “Bienvenidos” resonaron, la euforia se desató. La banda, impecable en su ejecución y vestuario con guiños a la década dorada, no dio tregua a la nostalgia. Clásicos como “La Puerta de Alcalá”, coreada a pulmón por las miles de almas presentes, y la siempre vibrante “Devuélveme a mi Chica” mantuvieron la adrenalina al máximo.

La producción del show fue un espectáculo aparte. Pantallas gigantes proyectaban visuales retro y psicodélicos, mientras un juego de luces dinámico y envolvente complementaba la potencia sonora de la banda. No faltaron los momentos de interacción con el público, sello característico de Matute. Jorge D’Alessio, con su carisma habitual, lanzó varias arengas que encendieron aún más los ánimos: “¡Ciudad de México, esta noche vamos a viajar en el tiempo y dejar todos nuestros problemas atrás!”, exclamó el líder de la banda, desatando una ovación.

El setlist fue un desfile de éxitos ochenteros, interpretados con el sello inconfundible de Matute. Desde baladas que erizaron la piel como “El Amor Después del Amor” hasta los ritmos bailables de “Ni Tú Ni Nadie”, cada canción fue recibida con gritos y coros masivos. La banda también se dio el lujo de incluir algunos “lados B” que hicieron las delicias de los fans más acérrimos.

Con una duración de aproximadamente dos horas y media, el concierto de Matute fue una verdadera fiesta ochentera. Se estima que alrededor de 18,000 personas se dieron cita en la Arena CDMX para vivir esta experiencia nostálgica y llena de energía. Al final de la noche, con el público coreando “¡Otra, otra!”, Matute cerró con broche de oro interpretando un popurrí de temas emblemáticos que dejaron a todos con una sonrisa en el rostro y la sensación de haber revivido una época dorada de la música.

“Gracias, Ciudad de México. ¡Su energía es increíble! Nos vemos en la próxima para seguir festejando los ochenta juntos”, se despidió Jorge D’Alessio, dejando la promesa de más noches llenas de nostalgia y buena música. Sin duda, Matute demostró una vez más por qué se ha convertido en el referente indiscutible de la música ochentera en México. ¡Larga vida al “Disco Stereo Tour”!